Aca Cerezo comenzó gracias a un trabajo a medida que me impulsó a tomar la decisión de crear este proyecto y dedicarme de lleno a ello.
Todo empezó por Clara, una amiga que me pidió que diseñara los pendientes de su boda basándome en un dibujo que le había hecho su prometido. Formar parte de ese día tan importante para ella y verla con mis pendientes, hizo que me diese cuenta de que quería dedicarme a eso.
Y así es como todo comenzó, por eso la parte de Atelier, donde diseño y creo pendientes a medida, únicos y exclusivos para diferentes mujeres en diferentes momentos de sus vidas.
El proceso es como el crecimiento de una flor, de cerezo por supuesto, comienza por las raíces, donde te escucho y dibujamos juntas lo que tienes en mente, siguiendo por los brotes, donde te muestro algunas ideas y elegimos el diseño final, llegando a la floración donde te entrego tus piezas.
Un proceso precioso donde creamos piezas exclusivas y de alta calidad que recuerdan los momentos más especiales de mujeres que valoran el trabajo bien hecho, la dedicación y el amor que pongo para que resulten piezas únicas.
CLARA. Mi gran amiga y la primera de todas. Unos pendientes muy finos y con movimiento, basados en un dibujo de su marido. Ese mismo día su madre le regaló unos pendientes joya para la ceremonia, pero ella no dudó en cambiarlos nada más terminar, y disfrutar de unos pendientes únicos que le representaban a ella y a su marido.
LUCÍA DE MIGUEL. Admiro su trabajo, pero más la admiro a ella. Es una mujer valiente, trabajadora, leal, amable, sincera… pero lo que me conquista de ella es su dulzura. y el amor que le pone a cada cosa que hace. Nos inspiramos en una margarita con pétalos hacia abajo, y aunque no puedo decir que fue fácil ( es más, digo que han sido los más complicados que he hecho), verla tan feliz en su boda, me hace más feliz a mi.
EDURNE. Nada más conocerla y saber su historia, me cautivó y supe que iba a ser una de mis favoritas. Quería replicar unos pendientes de Carolina Herrera con los que se casó su madre, pero quería que fueran más grandes y juveniles. Fueron los pendientes que se puso desde el principio y con los que se casó. Para la fiesta me pidió unos de la colección de ese momento y para los preparativos de maquillaje y peluquería, una orquídea que cerró la bata que llevaba puesta.
REBECA. Una amiga de toda la vida que confió en mí para hacerle unos pendientes que representan los orígenes canarios de su familia política. Una margarita plana y de pocos pétalos, típica de Canarias. Una joya que lució durante el baile y que le acompañaron hasta el final de la fiesta.
CARO. Su dulzura, acento y belleza me conquistaron al recordarme a una amiga de la infancia que nació en la República Dominicana como ella. Quería unos pendientes para una preboda informal y auténtica. Se celebraba en la playa y buscaba algo que inspirase ese ambiente caribeño y divertido. Tras una búsqueda mutua por internet, decidimos hacer medio sol que encajó a la perfección con su idea y su look.
Rocío. Estábamos concertando una cita en el taller, hasta que descubrimos que vivíamos a 5 minutos la una de la otra. Nada más conocernos fue un flechazo y es una de las novias que más he disfrutado, por el proceso de sus pendientes y por nuestro proceso conociéndonos. Sin duda otra de esas personas que mi profesión me ha regalado.
Rocío. Ella vino recomendada por Isabel, diseñadora de Inuñez. Al principio íbamos a trabajar sólo en un botón que sirviese de cierre para la chaqueta que iba a ser su parte de arriba del vestido, pero una cosa nos llevó a la otra, y la conexión que tuvimos nos empujó a crear también unos pendientes asimétricos que representaban totalmente su estilazo.